La Guardia Civil ha detenido a los presuntos autores de los robos perpetrados este año en las bodegas Viñaoliva, Romale y López Morenas. Ha sido en el marco de una operación realizada por la Guardia Civil, en la que se ha desarticulado un grupo criminal al que se le atribuyen 36 robos de cobre, de los que 28 se produjeron en la provincia de Badajoz, principalmente en Tierra de Barros. Según ha indicado en RADIO COMARCA DE BARROS el delegado de Gobierno, José Luis Quintana, aunque el primero de los robos se produjo en unas instalaciones de Zurbarán, otros hechos similares que se han esclarecido han tenido lugares en diversos municipios de la comarca. Así, se ha procedido a la detención de 18 personas, de las que doce habrían cometido los robos, mientras que seis comprarían la mercancía en chatarrerías de la Comunidad de Madrid.
Cabe recordar que los robos en López Morenas, Romale, Viñaoliva y una cooperativa de Aceuchal motivaron la puesta en marcha de dos operativos a principios de año. Así se informó en su día en una reunión con Delegación de Gobierno, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el alcalde de Almendralejo y representantes de la Coordinadora Empresarial (Ceal). El propio Quintana ha manifestado que se ha podido observar que “en los últimos meses ya no se han producido” hechos similares.
Según ha informado la Guardia Civil, en los 36 robos perpetrados en tres comunidades autónomas sustrajeron 65.600 metros del cable por un valor de 1,7 millones de euros, habiéndose recuperado unas 12 toneladas del metal sustraído. También han sido detenidos e investigados los responsables de tres chatarrerías madrileñas como supuestos autores de un delito de receptación del material sustraído. El grupo se dedicaba a la sustracción de cable de cobre perteneciente a instalaciones fotovoltaicas, bodegas, almazaras, molinos, aserraderos y otras fábricas agroalimentarias. Llegaron a cometer casi una veintena de robos en menos de 15 días. En la primera fase de la investigación se descubrió que el grupo se dividía en dos células. Se desplazaban en furgonetas propias o de alquiler desde Madrid hasta los municipios donde cometían estos hechos delictivos. Una vez cometían el robo, transportaban y entregaban el cable sustraído a diferentes chatarrerías de la Comunidad de Madrid.
El pasado mes de agosto, durante la segunda fase de la operación, se interceptó una de las furgonetas que usaban para la comisión de los delitos. La Guardia Civil encontró en su interior 3.800 kilos de cable de cobre que acababan de sustraer de la fotovoltaica de Alange. Así, el vehículo fue abandonado al ser sorprendidos por los agentes. De igual forma, en Torremocha (Cáceres) abandonaron otros 3.000 kilos de cable. Este pasado mes de octubre, durante la tercera fase de la operación, fue cuando se detuvo e investigó a 18 personas. Entre ellos se encuentran los encargados de las chatarrerías que recibían el material sustraído. En estas instalaciones se han intervenido más de cinco toneladas de cable de cobre.