Los trabajos de construcción de tres plantas fotovoltaicas de Acciona Energía en Almendralejo (Badajoz) han sacado a la luz una serie de restos arqueológicos muy relevantes entre los que destaca un conjunto de asentamientos calcolíticos de hace más de 5.000 años, según indica la compañía en nota de prensa. Cabe destacar que la construcción del complejo fotovoltaico Extremadura I, II y III en noviembre de 2021. Durante los trabajos de desbroce del terreno previos a la construcción afloraron restos arqueológicos, de modo que a partir de ese momento, la compañía comenzó a trabajar mano a mano con arqueólogos, especialistas en conservación del patrimonio y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura para localizar, delimitar y salvaguardar los yacimientos, explica el comunicado.
Esta labor conjunta ha permitido conocer un total de 11 yacimientos, seis de ellos del Calcolítico. El conjunto arqueológico supone 30 hectáreas de protección arqueológica, de forma que Acciona Energía ha ido adaptando el diseño y la configuración de su proyecto fotovoltaico para asegurar la protección y preservación de los vestigios que se han ido demarcando.
“Proteger los restos encontrados ha sido una prioridad para nosotros desde el primer minuto. Para ello, hemos contratado los servicios de una empresa de arqueología y conservación del patrimonio, hemos trabajado en constante coordinación con la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura y hemos adaptado la configuración inicial de la planta, adecuándola a la distribución y márgenes de protección de los yacimientos”, indica Mikel Ortiz de Latierro, director de Medio Ambiente, Social, Seguridad y Salud, y Calidad de ACCIONA Energía.
Hasta este momento se ha trabajado en delimitar la extensión real de los yacimientos mediante trabajos de decapado superficial de la cobertura vegetal y se ha aplicado un entorno de protección perimetral de 25 metros que quedará exento de todo tipo de montajes. Durante esta fase inicial, se han encontrado ya algunas piezas que permanecen en fase de estudio en el laboratorio de arqueología del equipo investigador que ha acompañado las obras. El objetivo ahora es acometer la excavación integral mediante un programa de actuaciones íntegramente financiado por Acciona Energía.
“Abordamos este proyecto con una gran ilusión, ya que la recuperación de este valioso patrimonio dinamizará sin duda el turismo y la economía de la zona. De hecho, ya hemos atendido a las primeras visitas académicas que se han interesado por los yacimientos”, explica Mikel Ortiz de Latierro.
YACIMIENTO DE CORTIJO LOBATO
Entre los restos que han aflorado destaca el yacimiento de Cortijo Lobato, donde se ubica uno de los 6 yacimientos tipo ‘recinto de fosos’ que data del milenio III antes de Cristo. Este tipo de fortificaciones, formadas por una muralla con bastiones, está rodeada por una serie de fosos concéntricos trazados alrededor que delimitan los antiguos poblados de las comunidades prehistóricas calcolítica y abarcan una gran extensión de terreno. El hallazgo es excepcional por su buen estado de conservación y será clave para profundizar en el estudio de la época.
“Estas fortificaciones suelen delimitar una zona de asentamiento, así como lugares de control del territorio”, señala Alicia Lizarraga, gerente de Medio Ambiente de ACCIONA Energía. “Su función podía ser defensiva, tanto para proteger a la comunidad y a los recursos de la competencia con animales salvajes como de eventuales conflictos con otras poblaciones.”
Este tipo de vestigios son prácticamente irreconocibles a simple vista, pues la acción del tiempo y la vegetación suelen borrarlos de la superficie, imposibilitando su identificación. En el caso concreto del Cortijo Lobato, los restos se han podido identificar gracias a la prospección intensiva previa del terreno y a los trabajos de desbroce arqueológico realizados antes de arrancar la construcción del complejo fotovoltaico, que han permitido su localización y delimitación.