La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL) denuncia que, “mientras las autoridades competentes hacen dejación de funciones, las quejas de los agricultores por los robos de aceituna en el campo se multiplican”, según indica la organización en nota de prensa. En ello se basan para exigir al alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, “que adopte medidas urgentes para acabar con este saqueo y con el presunto fraude que se está produciendo en algunos puestos de compra-venta de aceituna”.
La CLYGAL exige al primer edil que refuerce los efectivos de la Policía Local destinados a estas tareas de vigilancia y control, y que haga lo mismo con los integrantes de la Guardería Rural, “para que tanto en el campo como en la ciudad se lleven a cabo las tareas de inspección pertinentes y los delincuentes dejen de actuar con total impunidad”. Asimismo, reclama al alcalde que “eleve a instancias superiores esa petición para que desde la Junta de Extremadura cumplan con sus obligaciones reforzando las inspecciones que hagan cumplir la legislación sobre trazabilidad, y desde la Delegación del Gobierno establezcan las dotaciones precisas de la Guardia Civil que controlen, vigilen, persigan y sancionen estas prácticas irregulares”.
La Comunidad señala a unos cuantos agricultores “que están dando permisos ilegales para el rebusco como auténticos cómplices de blanquear la aceituna robada, puesto que esta actividad está prohibida en plena recolección, como recoge el Decreto 171/2016 sobre trazabilidad de uvas y aceitunas de la Consejería de Medio Ambiente y Rural”, según el comunicado. Añade que “sólo con que las autoridades competentes establezcan los medios humanos necesarios para que se cumpla la normativa vigente, en lugar de hacer dejación de funciones, acabarían con los robos, que no sólo afectan a la aceituna, sino también a instalaciones agrícolas y a casas de campo”.
Subraya que las tareas de control y vigilancia “deben extremarse en aquellos puestos de compra-venta sospechosos de prácticas irregulares, ya que es allí donde los vendedores deben presentar toda la documentación obligatoria de acompañamiento que debe llevar el producto, como establece el Decreto de Trazabilidad, para así contar con todas las garantías sobre su titularidad, procedencia y, por supuesto, ofrecer seguridad alimentaria al consumidor”. Las prácticas fraudulentes “podrían estar alcanzando cifras espectaculares, ya que la aceituna robada se estaría pagando a 0,45 €, menos de la mitad de lo se paga por el producto que va acompañado por toda la documentación obligatoria que establece la normativa vigente”. La Comunidad de Labradores concluye reiterando su exigencia al alcalde de Almendralejo y advirtiendo de que, si no se actúa con inmediatez y contundencia “para frenar este atraco a los agricultores, podrían llevar a cabo movilizaciones en los próximos días”.