El arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga Iruzubieta, ya cuenta con una calle con su nombre en Almendralejo. Así es desde la jornada del viernes, cuando él mismo descubrió la placa ubicada junto a la Iglesia Conventual de San Antonio. Lo hizo rodeado de fieles que habían acudido previamente a la Solemne Novena que presidió, donde también se reconoció el templo como Santuario Diocesano.
La calle Celso Morga es una iniciativa del párroco de San Antonio y la hermandad de la Buena Muerte, que como recordó el alcalde en funciones, José María Ramírez, fue ratificada por unanimidad de los grupos municipales en el último Pleno. Con ello se busca reconocer “la fructífera relación con Almendralejo, consiguiendo también logros” para el citado templo, lo que “genera turismo religioso”, según apuntó Ramírez.
El arzobispo no será el único que dará nombre a un espacio público en las próximas semanas, de modo que también ocurrirá lo propio con Antonio Mulas y parque de la calle Jaraíz, así como Silvestre Gómez y la sala de estudio de la biblioteca, además de Melchor Trejo y Eugenio Gragera, en estos dos últimos casos, personas fallecidas que serán recordadas con su nombre en la fuente del riñón y los estudios de Radio Comarca de Barros, respectivamente. En cuanto a Morga Iruzubieta, se mostró agradecido con este reconocimiento, añadiendo que estaba “honrado y distinguido por la generosidad”. Además, afirmó sentirse “muy ligado a Almendralejo”, ciudad a la que calificó como “muy emprendedora”.