Tras el estudio publicado esta semana por la ONG Greenpeace en el que se pide recortar en medio millón de hectáreas de regadío para hacer frente a la escasez de recursos hídricos y las consecuencias del cambio climático, el PCE exige que no se construya el nuevo regadío en Tierra de Barros. La ONG Greenpeace ha alertado esta semana sobre la extensión del cultivo de regadío en España, "que ya cubre el 23 por ciento de la superficie dedicada a la agricultura y consume el 80 por ciento del agua, afirmando en un estudio publicado estos días que tenemos poca agua y la que tenemos está mal gestionada y en mal estado".
Por ello, desde el núcleo del PCE Tierra de Barros denuncian que "el crecimiento no va asociado a unas necesidades y capacidades de la agricultura, sino en la búsqueda de beneficios a costa de los recursos comunes de la ciudadanía". Añaden en un comunicado que "este crecimiento, realizado sin control y con la única motivación del lucro, ha provocado que se hayan reducido los recursos hídricos de España tanto para uso industrial como para uso humano, soportando la población cortes de agua antes que las explotaciones agrícolas, y provocando el mal estado del agua, tanto superficial como de los acuíferos subterráneos, debido al uso de productos químicos que contaminan el agua".
"En un contexto de sequía generalizada a causa del cambio climático, esta expansión y mal uso del regadío es una amenaza directa tanto para la ciudadanía como para la propia actividad económica", indica la nota, afirmando que "en Extremadura estamos asistiendo a una expansión del riego en diferentes macro-proyectos que amenazan con dejar completamente seca toda la región. Desde el complejo de ocio Elysium, que promete ser una «ciudad de vacaciones» en plena Siberia, hasta la ampliación del regadío para producción vinícola en Tierra de Barros". En este último caso, el más cercano, el PCE afirma que "se está prometiendo el riego a más de 15.000 hectáreas, con los recursos del embalse de Alange, el principal de la comarca, que actualmente se encuentra al 13 por ciento de su capacidad, y del uso de aguas subterráneas, que han sido declaradas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana como no aptas para su uso por contaminación química". "En un momento en que las expropiaciones de terrenos ya han comenzado y se espera que las obras de balsas y acequias comiencen pronto, nos encontramos ante una situación que va a empobrecer aun más a la agricultura de la zona", apunta el comunicado.
Desde el Partido Comunista de España en Tierra de Barros "denunciamos la irresponsabilidad de las autoridades hacia la emergencia climática, ya que están aplicando de facto políticas negacionistas". Afirma el PCE que "este tipo de proyectos únicamente consiguen enriquecer a los que más tienen y empobrecer a los que menos tienen, con el daño añadido de que son proyectos que pueden afectar a la vida de miles de personas ante el uso inadecuado del agua". Así, reclaman "que se dé marcha atrás al proyecto de regadío de Tierra de Barros, se replantee el modelo de producción agrícola de la región, acometiendo la necesaria y nunca realizada reforma agraria y transitar a modelos ecológicos de producción agrícola familiar", añadiendo que "sólo de esta forma podremos asegurar el agua y el alimento para todas las personas en los años venideros".