UPA-UCE Extremadura reclama a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, que lleve a cabo el desbloqueo de regadío de Tierra de Barros, "un proyecto de gran peso para el campo extremeño, pero sobre el que Guardiola no se ha pronunciado hoy durante el acto de inauguración de la 23 edición de Iberovinac, el Salón del Vino y la Aceituna de Extremadura", indica la organziación en nota de prensa. “Más de 1.200 agricultores de Tierra de Barros están afectados por la paralización de este proyecto, que supondrá un revulsivo para la comarca, pero la presidenta de la Junta ha preferido mirar hacia otro lado”, critican desde UPA-UCE.
Esta organización agraria valora el anuncio que ha hecho la presidenta de la Junta de establecer una ayuda para el viñedo pero la considera insuficiente. “Pedimos que dicha ayuda se module para que las pequeñas y medianas explotaciones extremeñas puedan recibir una ayuda justa y que, por el contrario, no beneficie a las grandes explotaciones puesto que el presupuesto es claramente escaso”, destaca la responsable del vino de UPA-UCE, Catalina García.
UPA-UCE Extremadura hace un balance de la situación del viñedo y destaca que este cultivo no se ha recuperado todavía de la sequía que, unido al bajo precio de la uva y del vino, deja al sector sumido en un panorama de pérdidas sin horizonte de recuperación claro. “Hay gente que ya está arrancando sus viñas por la falta de rentabilidad con lo que eso supone para un cultivo tan social como es el viñedo que, a lo largo de todo el año, genera mucha mano de obra porque casi todas las labores se siguen haciendo a mano”, señala García.
El viñedo lleva más de tres años arrastrando una tremenda sequía en Tierra de Barros, algo que no solo está afectando a la producción sino también las propias plantaciones de viña, que llegan a unos sarmientos raquíticos y sin fuerza. “Todo esto nos hace pensar que, lamentablemente, la producción no podrá ser buena en esta campaña”, apunta García.
Además, esta organización agraria critica que vuelvan a dejar fuera a los agricultores de olivar, un sector que lleva dos años arrastrando una reducción importante de la producción por la sequía y altos costes. Por ello, UPA-UCE reclama ayudas directas para que estos productores puedan paliar las pérdidas que han sufrido en sus explotaciones durante varias campañas consecutivas. “Será muy difícil que los productores de olivar quieran continuar por este camino de pérdidas constantes”, lamenta García.