La actuación tuvo lugar en la carretera N-630 a su paso por el término municipal pacense de Torremejía, cuando agentes del Área Operativa del Sector de Trafico de la Guardia Civil en Extremadura, dentro de los dispositivos de servicios establecidos para la verificación de transporte terrestre, identificaron un vehículo frigorífico de mercancías perecederas, que excedía en 700 kg el peso legalmente autorizado. En la inspección de la mercancía, procedente de Móstoles (Madrid) y que tenía como destino el municipio pacense de Fuente de Cantos (Badajoz), los agentes pudieron observar como el vehículo transportaba 58 cajas de carne congelada de cerdo, con un peso total 913 kilos, no tenía activado el dispositivo de refrigeración eléctrica o similar constante (isotermo)para mantener la necesaria continuidad de la cadena de frío en el producto, pudiendo perder con ello la aptitud para su consumo.
Ante estas circunstancias, se requirió la colaboración de Inspectores del Servicio Extremeño de Salud, quienes una vez personado en el lugar y constatar las deficiencias e irregularidades del transporte, dictaminó el precinto de la carga para devolverlas a su origen y que las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid acordaran su finalidad.
Ahora la empresa de transporte del vehículo frigorífico, se enfrenta a sanciones por infracciones al Reglamento de Transporte al carecer de autorización publica el vehículo, exceso de carga en el trasporte y carecer de termógrafo (dispositivo que regula y controla la temperatura), además de las correspondientes a las infracciones sobre el transporte de mercancías perecederas a temperatura regulada y otras que determine la autoridad sanitaria competente.