La Unión Extremadura ha defendido en un comunicado de prensa que “lo más sensato sería que los contratos de compra-venta de aceitunas de mesa estén cerrados y registrados antes del inicio de la campaña de recolección y a ser posible, como muy tarde, a mediados del mes de julio”. La nota indica que “esto evitaría las manifestaciones a las puertas de las factorías, la paralización de las campañas de recolección”.
La organización agraria va a exigir, como en campañas anteriores, “que se respete lo establecido en la Ley de la Cadena Alimentaria en lo que respecta también al precio del producto”, de modo que recuerdan que “todos los contratos que se firmen a un precio inferior a los costes efectivos de producción serán automáticamente denunciados tanto ante la Junta de Extremadura como ante el AICA, dependiente del Ministerio de Agricultura”. Por la situación de los precios de la aceituna al consumidor, entienden que hay margen suficiente para pagar un precio justo y que las industrias transformadoras tengan un margen suficiente de beneficios.
Desde La Unión sostienen que el sector de la aceituna de mesa en Extremadura es uno de los sectores que más mano de obra genera debido, principalmente, al método de recolección manual para no dañar la piel del fruto. En Extremadura se cultivan alrededor de 70.000 hectáreas de olivar con destino a aceituna de mesa con una producción media (si no tenemos sequía) de unas 202.000 toneladas de aceituna de mesa, las cuales generan alrededor de los 600.000 jornales entre mano de obra como cuenta propia y asalariada. Así, añaden que “es fundamental el defender un precio digno por estas aceitunas para que las más de 10.000 explotaciones sean rentables, tanto para los productores como para la industria transformadora”.