Desde la Policía Nacional, a fin de que los ciudadanos puedan vivir un verano seguro y evitar, en la medida de lo posible, ser víctimas de los típicos delitos contra el patrimonio, aporta unos sencillos consejos que cualquiera puede seguir.
Cuando se salga de casa, las puertas y ventanas de acceso a la vivienda deben estar cerradas, sobre todo los accesos a patios, ya que son zonas desprotegidas y con riesgo mínimo para los delincuentes. Siempre que se salga de casa, aunque sea por un instante, cerrar la puerta con llave.
Si se han perdido las llaves o se acaban de mudarse, cambiar las cerraduras. Siempre que sea posible, guardar los objetos de mayor valor en una caja de seguridad. Además, llevar a cabo un inventario con fotos de dichos objetos, incluyendo los números de serie, marca y modelo en caso de ser aparatos electrónicos. Todo esto permitirá su identificación en caso de robo.
Cuidar la abundancia de correo en los buzones, no delatar la ausencia pidiéndole a algún vecino de confianza que lo retire con frecuencia. No contar a desconocidos, ni en redes sociales, cuales son los planes que tenemos para el verano.
Hay que intentar que todo en la vivienda transmita apariencia de estar habitada, no bajar del todo las persianas, y valorar la posibilidad de instalar un reloj programable que ilumine la vivienda por zonas en horarios distintos.
No facilitar la entrada al inmueble a personas desconocidas. Si al llegar ven la puerta abierta o una ventana rota, no entrar, llamar a la Policía y no tocar nada del interior para no destruir posibles pruebas.
Exigir siempre acreditación a los representantes de servicios técnicos (agua, luz, gas, etc) y confirmación telefónica. No desconectar el timbre de la puerta, es una señal de ausencia. Dejar una llave a una persona de confianza, para que realice visitas periódicas y recoja la correspondencia del buzón. Por último, en caso de sospecha o duda, llamar al 019.
