El capitán del Extremadura, Kike Márquez, ha realizado un balance de 2020 calificándolo como “un año para olvidar en lo deportivo y lo personal”. Así lo ha indicado recordando que no se cumplió el objetivo de la permanencia y posteriormente “llegó la pandemia que nos ha marcado a todos”. En el regreso del equipo a los entrenamientos, el andaluz ha manifestado que tienen ganas de retomar la competición y “demostrar que se puede avanzar”.
Preguntado por la diferencia de puntos con el Badajoz, el azulgrana ha indicado que “el Extremadura sigue en la pelea de estar entre los tres primeros”, añadiendo que “no se pueden escapar los puntos en casa”. Así las cosas, ha reconocido que “se ha dado un cúmulo de cosas” que han conllevado “no ganar el respeto de la afición”, por lo que considera que el descanso les ha venido bien.
Preguntado por el cese de Ruiz como técnico del equipo, ha añadido que se encuentran a la espera de la llegada de un nuevo entrenador. Espera que “les ayude y sirva para que el equipo suba de nivel”, apostando por un míster que “conozca bien la categoría”, ya que considera que “calidad hay bastante”. Aunque desconoce si llegará para el primer partido, ha añadido que “cuanto antes, mejor”. No obstante, el capitán ha destacado que el presidente, Manuel Franganillo, y el director deportivo, Daniel López Ramos, están esperando porque “no es fácil llegar a un acuerdo rápido”. Por otra parte, ha explicado que la directiva se ha comunicado con la plantilla para transmitirles “tranquilidad”.