Apag Extremadura Asaja, por medio de su presidente, Juan Metidieri, ha realizado un balance del 2024 que termina y dado a conocer los retos y reivindicaciones que se presentan para 2025. La organización apunta a uno de los años más reivindicativos del campo con respuestas de las administraciones insuficientes. Por su parte, respecto al año hidrológico, ha sido en términos generales, normal, tratándose de “un año por encima ligeramente en temperaturas y de buenas precipitaciones en el acumulado”.
La organización ha hecho referencia a este 2024, afirmando que ha estado marcado por la aprobación de la Ley sobre Restauración de la Naturaleza y “la imposición” de la Agenda 2030, que muchos consideran perjudiciales para el sector. Además, consideran que los acuerdos Mercosur-UE agravan aún más la situación. Metidieri espera que el Gobierno rectifique, “siguiendo el ejemplo de países como Polonia, Italia y Francia, que han tomado decisiones más alineadas con las necesidades de su sector agrícola”.
En cuanto a las producciones más perjudicadas por los precios en 2024 han sido los cereales de invierno, el vino, el arroz, la aceituna de almazara y la miel, lo que refleja “una preocupación por la rentabilidad de ciertos sectores productivos”. Por su parte, Metidieri también ha afirmado que la obligatoriedad del cuaderno electrónico ha generado un gran malestar. Metidieri señala que ya existen suficientes dificultades en el sector como para añadir más complicaciones.
En otro orden de cosas, en cuanto a la valoración del Gobierno de Extremadura, lo califican como de “luces y sombras”, ya que consideran que “fue positivo el compromiso de dar ayudas al sector del vino, pero también se adquirió un compromiso en Iberovinac por parte de la presidenta de la Junta, María Guardiola, de facilitar préstamos a cultivos permanentes y eso no ha llegado”. Hay pagos PAC que van en fecha, pero hay otros muchos que están pendientes, por lo que añaden que “hay que demostrar que las cosas iban a cambiar en Extremadura”. Más duro se ha mostrado con el Ministerio de Agricultura, indicando que “ha sido un auténtico despropósito”, aludiendo a la aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza, los acuerdos Mercosur-UE o la exigencia de que se vacunaran a corderos de menos de tres meses en la crisis de la lengua azul “cuando hasta los propios laboratorios lo desaconsejaban”.