La mayoría de adopciones de perros que se gestionan a través de la asociación pro refugio canino de Almendralejo (Recal) no se desarrollan con destino a los domicilios de la localidad. Así lo ha indicado la delegada de Protección Animal, Juliana Megías, explicando que la capital de Tierra de Barros no tiene “tanta capacidad de absorción”. Es por ello que ha valorado positivamente el trabajo realizado por el colectivo con otras asociaciones españolas y extranjeras con las que se llevan a cabo tales adopciones.
La concejala ha afirmado que en Almendralejo “se da mucha salida a los cachorros”, pero no ocurre tan fácilmente con perros de más edad o aquellos que padecen alguna enfermedad. De hecho, ha añadido que “la perrera debería ser un lugar de paso” de poco tiempo para estos animales, a los que también se suman los gatos. Respecto a estos últimos, además del trabajo desarrollado por Recal, Megías ha valorado la gestión de colonias felinas que está realizando la asociación Alcat.