Ayer martes, día 24 de junio, la Comunidad de Regantes Tierra de Barros celebró dos asambleas, una ordinaria y otra extraordinaria. En la primera se trataron temas habituales como lecturas y aprobaciones de actas, balances y cuentas de resultados, así como la liquidación del presupuesto del año anterior. Por otra parte, la asamblea extraordinaria era para la renovación de cargos y proclamación de los resultados.
Pero el ambiente que se respiraba entre todos los presentes era de total desánimo, el proyecto de regadío y la propia comunidad de regantes no atraviesan su mejor momento, y consideran desde la comunidad, que han sido abandonados totalmente por la parte institucional, de tal forma, que Isidro Hurtado, presidente de la comunidad, ha afirmado que si en los próximos seis meses no hay noticias positivas y fehacientes sobre el regadío, él mismo realizará la propuesta de cerrar la comunidad, en sus propias palabras, ha manifestado que “nos están dejando morir por inanición”.
El ambiente de desánimo quedó patente desde el principio, ya que fueron pocos los comuneros que asistieron a las reuniones, unos agricultores que ven como un proyecto que generó mucha ilusión hace ya algo más de diez años, se está muriendo por desidia, y ello a pesar del trabajo que los propios agricultores llevan realizando.
Consideran desde la comunidad que las instituciones políticas están mostrando una total falta de compromiso, y que los pocos problemas que se han podido solucionar, ha sido gracias a su propio trabajo.
Hurtado, el presidente del colectivo, ha manifestado que todos están dispuestos a seguir seis meses más, hasta diciembre, esperando que haya algún paso adelante real por parte de la parte política, de no ser así, comenzaría el proceso de cierre y disolución de la comunidad de regantes.
