J.J.R. // El vicepresidente del Extremadura, Luis Oliver, ha comparecido ante los medios de comunicación, mostrando sus discrepancias con el presidente, Manuel Franganillo. De este modo ha puesto de manifiesto el distanciamiento entre los dos grupos que conforman el accionariado del club, añadiendo que “la reconciliación va a ser muy complicada”. No comparte el episodio vivido el pasado sábado en el antepalco, afirmando que “es inapropiado que dos miembros del Extremadura sean noticia por insultarse de esa manera”. Igualmente sostiene que no le gusta que se insulte a los árbitros o que se lance un licor a raíz de tal situación. Otras decisiones que no comparte pasan por la destitución de Juan Marrero del filial o la readmisión de Ángel Gutiérrez. Así de claro lo ha afirmado el vicepresidente en una rueda de prensa en la que estaban presentes diversos integrantes de la Federación de Peñas, a los que también ha respondido. Según Oliver, a partir de ahora intentarán que esta situación no afecte a los jugadores, ya que el objetivo continúa siendo lograr la permanencia. Esa finalidad parece ser la única que uniría a ambos dirigentes, si bien, en todo momento ha responsabilizado a Franganillo de las acciones llevadas a cabo. Así lo ha hecho también del despido del coordinador de infraestructuras, Antonio Muñoz, afirmando que es el presidente quien tiene la potestad para firmar contratos o despidos. A pesar de ello, en la comparecencia celebrada en un hotel de la ciudad, ha indicado que intentaron convencer a Franganillo para seguir unidos, “pero los acontecimientos han hecho que las diferencias sean irreconciliables”. Por su parte, respecto a la posible compra del club, ha explicado que hace un mes hubo un proceso de venta que el grupo de Oliver aceptó, si bien, los inversores que habría encontrado Franganillo “desaparecieron” y se vieron “abocados a reconciliarse”.
Así las cosas, el vicepresidente ha añadido que hay un Consejo de Administración que está capacitado para tomar decisiones de calado. Según Oliver, estaría formado por Franganillo, Javier Vidal, Teodoro Brea, Alejandra Oliver, el propio vicepresidente y María Jesús Sierra. Esta última habría sustituido a Leandro Izquierdo, aunque aún no aparece esta composición en el Registro Mercantil. De este modo, para llevar a cabo algún cambio, primero habría que conformar ese consejo que ha de convocar el presidente. No obstante, también podría hacerlo 2/3 partes de los consejeros. Finalmente, respecto a la situación económica de la entidad, Oliver sostiene que es “justa como cualquier equipo pequeño de segunda división”, si bien, el desfase existente se cuadraría al recibir el dinero que esperan del Huesca por Enric Gallego y del Danubio por Tomás Chacón. Estiman que podrían producirse estos pagos en los próximos meses de marzo o abril.