José Manuel Campos, ante los hechos sucedidos esa noche, con la aparición de fotografías y vídeos sobre la estancia de varias personas durante la entrada de la virgen de la Piedad en la parroquia de la Purificación, ha emitido un comunicado.
En primer lugar y ante todo quiero mostraros mis más sinceras disculpas a quien se haya sentido ofendido. De corazón y ante todo vaya mi perdón por delante.
Los hechos son los que son, afronto mi responsabilidad en ello y reconozco que aunque sin la más mínima intención, cometí un error.
Quisiera compartir con vosotros, sobre todo para quien no me conozca, que desde que tengo uso de razón me he desvivido por trabajar en todo lo relacionado con la parte artística del mundo cofrade y las fiestas de nuestra ciudad. Con 9 o 10 años tengo las primeras fotografías preparando con toda la ilusión de un niño la salida de nuestra Patrona, decorando infinidad de calles, levantando arcos, pintando calles… Doy gracias porque esa ilusión de cuando era niño aún permanece intacta. Ilusión que gracias a mi trabajo he podido llevar a otros muchos aspectos artísticos de la ciudad, intentando siempre dar lo mejor de mí y poniendo el corazón en todo lo que hago.
Cierto, perfecto no soy y cometo errores, el pasado día 5 cometí el error de invitar a subir a la torre a algunas personas que desinteresadamente me habían ayudado días atrás a preparar la iluminación extraordinaria que se inauguraba esa misma noche. Cuando la Virgen se acercaba a la Parroquia recordé que tenía encima las llaves y si más se me ocurrió agradecerles su ayuda invitándoles a subir y poder contemplar desde arriba la emocionante entrada de nuestra Patrona. Se subió justo cuando estaba a punto de entrar y acto seguido bajamos. Quizás no sea necesario explicar los detalles pero creo que conociendo el contexto, puede entenderse que en ese momento se me ocurriera e hiciera tal cosa. Reitero que por más que os haga llegar una explicación, mi intención no es buscar una excusa, fue un gran error cometido desde la emoción de ese momento.
He tenido hoy la oportunidad de hablar con nuestro Alcalde al cual le he mostrado mis disculpas y he puesto mi cargo a su disposición.
Por último me gustaría agradecer las muestras de cariño recibidas de quienes me conocen y saben que dentro de mi nunca ha existido ese mal propósito. Solo espero que entendáis este momento complicado por el que paso, me siento triste y apenado. Por eso os pido que mis sinceras disculpas lleguen al corazón de aquel que se haya podido sentir ofendido. Cuando uno comete un error ha de afrontarlo, pedir disculpas y lo más importante, aprender de ello.
Como cristiano que soy confío en que todos recuerden la palabra de Jesús: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas."
