J.A. Forte.- José María Ramírez, alcalde de Almendralejo, ha anunciado esta mañana que las negociaciones que se venían produciendo con el nuevo operador que iba a hacerse cargo del hospital, residencia, atención domiciliaria y economato se han roto. Estas negociaciones se venían manteniendo desde el verano, e incluso desde octubre, se habían mantenido reuniones en el Palacio de Monsalud, pero finalmente no han llegado a buen puerto debido a la retirada del operador, que ha considerado que no se daban las condiciones adecuadas. Como consecuencia, ya la Gerencia de Salud ha mantenido una reunión con los trabajadores, más de cien, y es que el proceso de despido colectivo sigue adelante. Aunque el ayuntamiento no tiene gestión directa de estos servicios, tanto él como Junta de Extremadura están manteniendo conversaciones en busca de posibles soluciones. El servicio de atención a domicilio, en el que participan 22 trabajadores seguirá adelante, todavía se está estudiando cómo hacerlo, es decir, si será a través de un convenio con alguna empresa, gestión indirecta u otra forma, pero se seguirá prestando, por lo que dichos trabajadores podrán seguir en su puesto. También seguirá el economato, pero esto al no depender directamente del ayuntamiento, si no de voluntarios, se está en conversaciones para que el grupo de voluntarios, o una ONG se haga cargo de este servicio pero en otras instalaciones. El hospital de larga estancia, que tiene una capacidad máxima de 45 usuarios concertados, actualmente está ocupado por 20 siendo atendidos por 40 trabajadores. Se está realizando un estudio en profundidad sobre los pacientes para ver si pueden ser trasladados a otras instalaciones sanitarias. La residencia tiene actualmente 58 usuarios, 31 de ellos derivados del Sepad, el resto privados, siendo 20 los trabajadores que la atienden. En cuanto a los traslados que se han realizado en semanas anteriores, eran imprescindibles, ya que para que el nuevo operador se hiciera cargo había que realizar unas obras de adaptación, por lo que no podía haber nadie en las instalaciones, volviendo de nuevo los usuarios en cuanto se hubieran terminado las obras. El Sepad ha estado hablando con todas las partes implicadas, incluidos los usuarios y usuarias, en las que se les ha planteado la situación y se les ha explicado que se sigue trabajando para buscar soluciones. Y es que tanto Junta de Extremadura como Ayuntamiento tienen un plan B, pero ahora solo disponen de cuatro semanas para cerrar, si fuera posible, todos los detalles, por eso se sigue trabajando y no se dan detalles hasta que se sepa algo seguro. También se ha hablado con la residencia Comser para la posibilidad de incorporar algunos de los trabajadores. A día de hoy, aunque la situación es complicada, se sigue trabajando en la búsqueda de soluciones.
