JUAN JOSÉ REYES // La asociación internacional Médicos del Mundo está detectando las necesidades socio-sanitarias de la población de origen rumano asentada en la barriada de San José. En su mayoría se trata de personas que han acudido a la ciudad con motivo de las campañas de recolección, sobre todo, de etnia gitana. Es por ello que la temporalidad también supone una importante barrera para que el colectivo pueda realizar su trabajo. No obstante, han explicado que se han percatado de diferentes cuestiones que están tratando a través de un proyecto financiado por la obra social de La Caixa y el acuerdo firmado con la colaboración del Ayuntamiento de Almendralejo para la cesión de espacios. Sobre todo, se han percatado de la necesidad de hacerles saber que deben acudir a sus médicos de cabecera en lugar de utilizar las urgencias, así como otras cuestiones relacionadas con la tramitación de la tarjeta sanitaria o el cumplimiento del calendario de vacunas. Para ello cuentan con la colaboración de los trabajadores sociales de los centros de salud y del programa de inmigrantes del Ayuntamiento. Así, organizan reuniones en espacios de la fundación Ruy López y Cáritas, aunque la mayoría de las acciones se desarrollan en visitas casa por casa. Así lo ha explicado una de las técnicos de Médicos del Mundo en Extremadura, Patricia Jara, añadiendo que una de las barreras más importantes pasa por el nivel cultural o el idioma.
Este programa de atención socio-sanitaria a inmigrantes se llevará a cabo hasta el mes de julio, aunque la intención es que se prolongue en el tiempo, pudiendo llegar a otras barriadas de la ciudad. A su vez, la asociación también viene desarrollando otro proyecto de mediación intercultural con la Junta de Extremadura. Según ha indicado Jara, otro de los objetivos que persiguen se basa en la integración con la población autóctona, para lo que desarrollarán talleres en la sede de la asociación de vecinos. Por su parte, han recordado que cuentan con programas similares en otras localidades, como es el caso de Albacete, lo que facilita el seguimiento a estos temporeros, ya que suelen coincidir en un importante número de casos. Todo ello se suma a otras acciones dirigidas a los propios profesionales, a quienes se expondrán las conclusiones de este programa a finales de año. Cabe destacar que en Almendralejo, a pesar de que muchos de ellos no están empadronados, la población temporera oscila entre las 2.000 y 3.000 personas. Según ha indicado el representante de Médicos del Mundo en la región, David Conde, con estas acciones se mejora la vida de los beneficiarios y también de los propios vecinos.
Finalmente, la delegada de Atención Social, Arancha Jiménez, ha recordado que todo ello se complementa con el trabajo del programa de inmigrantes que llevan a cabo a través de Servicios Sociales, de modo que realizan visitas a domicilios, a naves y otras tareas encaminadas a evitar el absentismo escolar. Para esto cuentan con la labor de una trabajadora social y la colaboración de los centros y la Policía Local.
