J.A. Forte .- Un año más, se ha cumplido con la tradición, y el primer paso de las fiestas patronales de Almendralejo se dio ayer domingo día 5, siendo la procesión de bajada de la patrona de Almendralejo, la Virgen de La Piedad, desde su santuario hasta la parroquia de La Purificación.
Y si, aunque el encendido del alumbrado extraordinario de feria es el viernes día 10, la feria comienza con esta procesión de bajada, a la que sigue la novena.
Diversas cuadrillas de costaleros y costaleras han estado varios días ensayando para que no hubiera ninguna incidencia en la procesión y repartiéndose el recorrido, que hay que recordar, este año tenía un punto de atención especial.
Bueno, tenemos que reconocer que son varios puntos especiales los que hay todos los años, como la salve que le canta el grupo rociero local, Cosita Buena, cuando la virgen pasa por la calle Pedro Navia.
Pero este año, había uno más, y es que la hermandad de la Buena Muerte, de San Antonio, celebra u vigésimo quinto cumpleaños, y se hizo una parada especial cuando la virgen pasó delante de la iglesia.
Como no podía ser de otra forma, la virgen estuvo acompañada en todo su recorrido por la Banda Municipal de Música dirigida por Narciso González Santos, igualmente, participaban en el recorrido concejalas y concejales, tanto del equipo de gobierno como de la oposición, así como la reina y damas de este año, junto a muchas personas que quisieron acompañar a la virgen en su recorrido.
Como siempre, los vecinos por donde pasada la comitiva respondieron a las peticiones de la organización y adornaron las calles, ventanas y balcones al paso de la virgen, lo que dotó de gran vistosidad todo el recorrido.
Uno de los responsables de la procesión, Álvaro Ortiz, hablaba junto antes de la “levantá”, decidándosela a todos aquellos que ya no se encuentran entre nosotros.
Este año, los encargados de hacer esa “levantá” fueron Isidro y Juan Rosado, en homenaje a sus muchos años de trabajo.