JUAN JOSÉ REYES // Tras iniciar la campaña de la vendimia sin establecerse un precio, una vez que se han conocido las tarifas han sido calificadas como “bastante decepcionantes”. Así lo ha indicado en la RCB la secretaria del vino de UPA-UCE, Catalina García, manifestando que solo se ha incrementado en torno a un 20 por ciento, respecto al año anterior. Consideran que esto supone la “ruina” de muchos viticultores, afirmando que es “insuficiente” en un año que ha sufrido la “merma” de la producción y que se ha cuantificado en un 50 por ciento, una disminución superior a la que estimaban en un principio. Así las cosas, desde la organización agraria esperan que los precios actuales sean “de partida”, recordando a los bodegueros que si cogen la uva más cara se incrementa el precio final y “los beneficios también llegan a los viticultores”. Además, respecto al inicio de la campaña sin precio, solicitan a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que realice su labor y asegure el comienzo con precio y contratos homologados. García ha manifestado que “es un problema importante” y no tienen manera de presionar, ya que “la uva no se puede quedar en el campo”, por lo que han apelado a la Junta de Extremadura para “no se consienta una situación así el próximo año”.
La campaña de la vendimia “se ha adelantado bastante”, por lo que se estima que a principios de septiembre podría no haber uva. Además, desde UPA-UCE mantienen que, “en un año difícil debido a la climatología”, el seguro no les cubre, reivindicando que también incluya “adversidades climáticas como la sequía”. A ello se suman otros problemas como la enfermedad de la yesca, por lo que consideran necesaria más investigación para poder erradicarla.
Por su parte, en cuanto al empleo que se genera en esta campaña, García ha indicado que “no hay tanta demanda de mano de obra”, estimando que “se puede cubrir con los temporeros y autóctonos”. Al ser menos duradera en el tiempo, se producirá “un parón” entre la recogida de la uva y la aceituna. De esta última desconocen si engordará con la sequía y se podrá recoger de verdeo “o tendrá que dejarse todo para molino”. No obstante, todo ello dependerá de las condiciones climatológicas.
Tras la vendimia llegará el periodo de rebusco, del que la secretaria del vino de la organización agraria mantiene que no se realizará de forma tradicional. Así sucede tras contar con el Decreto de trazabilidad, por el que necesitan un documento para transportar uva y aceituna. Del mismo modo sucede con las autorizaciones necesarias aportadas por los dueños de las explotaciones o las exigencias a las bodegas, que deben especificar la procedencia del fruto.