REDACCIÓN // La delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, ha destacado el “significativo descenso de los robos en la campaña agrícola 2016/2017 en la provincia de Badajoz gracias al dispositivo especial de prevención organizado por la Guardia Civil”, según apuntan en nota de prensa. Herrera ha anunciado que en la provincia de Badajoz se ha reducido hasta en un 41,62 por ciento el número de infracciones penales, pasando de 197 en la campaña anterior a 115 en esta. Además, se ha reducido el número de kilogramos sustraídos de las explotaciones agrícolas en un 29 por ciento, pasando de 516.520 kilogramos a 366.681, es decir, 149.939 kilos menos. También hay que destacar que se han recuperado un 150 por ciento más de kilos de aceitunas, pasando de 54.135 kilos a 135.779 kilos, es decir, 81.664 kilos más recuperado, aun cuando la cuantía total de lo sustraído esta campaña ha sido menor. En estos últimos meses, dentro de todo este servicio especial de la Guardia Civil, han sido tres las operaciones más relevantes en las que se ha intervenido en este año 2017: Carrasqueña; Pico-Limón y Anexus.
Hay que recordar que existen aproximadamente un total de 21.743 kilómetros cuadrados de terreno en la provincia de Badajoz que están dedicados a labores agrícolas y ganaderas. De esta gran extensión, “lo que sin duda dificulta las labores de vigilancia y control”, son 167.543 hectáreas las que están dedicadas al cultivo del olivar, que es donde se centra la mayor parte de los robos. La delegada ha añadido que están “trabajando en superficies muy amplias que se dedican a explotaciones agrícolas, que prácticamente no tienen punto de comparación con otras comunidades autónomas u otras provincias de nuestro país”. Gran parte de los robos producidos se enmascaran con la actividad tradicional denominada ‘rebusco’, una práctica muy habitual en la provincia, y que consiste en, una vez robada la aceituna sin autorización del dueño de la finca, venderla en los puntos de venta conocidos como ‘puestos’.