Tras la aprobación en el Pleno municipal del cambio de uso que tendrá la plaza del Mercado tras su reforma, esta misma semana se ha aprobado el anteproyecto en Junta de Gobierno Local, incluyendo comercio y restauración. Así sucederá en la planta baja, de 1.731 metros cuadrados, donde se recuperará el tradicional mercado de abastos, que dispondrá de 16 puestos. A ello se suman tres locales comerciales sin uso definido, aseos, una oficina, una sala técnica y un almacén, además de las dos cantinas ubicadas en los postizos delanteros.
El concejal de Obras Públicas, Antolín Trigo, ha manifestado que se mantendrá la imagen de estas, por lo se contempla la opción de demolerse y volverse a construir o llevar a cabo una restauración. Por su parte, la planta superior constará de 552 metros cuadrados y se destinará a un fin cultural. La cimentación se construirá sobre la nueva estructura, a pesar de mantener la antigua, aunque así se eximirá de carga. Esta zona contará con seis despachos, cuatro aulas de coworking, dos aseos, almacén, una sala técnica y control de acceso. Además, Trigo ha indicado que el proyecto contempla la urbanización de la explanada colindante –no la utilizada antiguamente para instalar el mercadillo- con el fin de facilitar los accesos y adaptarlos a personas con movilidad reducida.
Por otra parte, el edificio también dispone de una planta sótono de 735 metros cuadrados desde las calles Viñas y Cantones. Anteriormente se utilizaban como almacén para productos perecederos, si bien, los puestos ya cuentan con cámaras y almacenes, por lo que se le dará uso de carga y descarga. Trigo ha explicado que este proyecto es el “de mayor envergadura” de la estrategia DUSI, añadiendo que la empresa adjudicataria ya trabaja en la redacción del proyecto básico para poder aportar el definitivo. El equipo de gobierno considera que ello podría estar concluido en el plazo de dos meses, de modo que posteriormente darían comienzo las obras, ya que no hay que licitarlas al estar ya adjudicadas.