Esta semana ha fallecido el tenor almendralejense Francisco Ortiz a los 82 años de edad. Nacido en 1938, su debut tuvo lugar en Praga en 1968, con Aida. Pocos meses más tarde, el teatro de La Zarzuela le contrató por un año como primer tenor, representando allí los roles principales de Bohemios, El Barberillo de Lavapiés y Doña Francisquita.
El propio Ayuntamiento de Almendralejo ha lamentado la pérdida del artista en sus redes sociales, recordando su trayectoria y destacando su gira por Hispanoamérica, además de indicar que su carrera continúo ligada a la figura de José Tamayo, quien contó con él para sucesivas producciones y montajes de su Antología de la Zarzuela. Ortiz despuntó finalmente en Europa poco después, con apenas treinta años de edad y habiendo cantado ya importantes papeles. Debutó así en Londres, Nueva York, París y otras grandes plazas de relevancia internacional.
Compartió escenarios con Montserrat Caballé, Joan Sutherland, Birgit Nilsson, Kiri Te Kanawa y otras grandes voces de su generación, amén de batutas como Lorin Maazel, Riccardo Muti, Oliviero de Fabritis, Francesco Molinari-Pradelli, Seiji Ozawa o los españoles Miguel Angel Gómez Martinez, Rafael Frühbeck de Burgos, Jesús Lopez Cobos, Antoni Ros Marbá o Enrique García Asensio, entre otros.
