De todos es sabido que las entidades bancarias buscan mantener sus beneficios a través de comisiones bancarias, sobre todo cuando los tipos de interés están muy bajos.
Esto está sucediendo en estos últimos meses, ya que estas entidades están incrementando los importes de estas comisiones y endureciendo las condiciones para que un cliente pueda eludir ese cobro.
En principio, las comisiones son libres en concepto y cuantía. Lo único que exige la normativa vigente y el propio Banco de España, es que correspondan a servicios que efectivamente se prestan y que sean debidamente comunicadas al supervisor bancario y a los clientes. Y es aquí donde se falla.
La regulación actual exige expresamente que las entidades financieras deben comunicar a sus clientes los cambios que hubiera en esas condiciones, y hacerlo cuando menos, con dos meses de antelación, teniendo en cuenta la fecha de entrada en vigor.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, todos los clientes nos enteramos de esas condiciones cuando se nos cargan en cuenta las comisiones.
Podemos reclamar que se nos devuelva el dinero cuando no existe comunicación que nos haya sido entregada, y esas reclamaciones podemos hacerlas en el Servicio de Atención al Cliente de la entidad.
Desde la Unión de Consumidores de Extremadura se recomienda comprobar las cuentas, viendo si se han cargado comisiones, con objeto de poder realizar las reclamaciones en el caso de no haber sido notificadas las subidas. Por último, se recuerda que cambiar de banco es más sencillo de lo que se piensa, y así podremos negociar unas condiciones que nos convenzan más.