La Guardia Civil detuvo a un vecino de Vizcaya como presunto autor de un delito contra la salud publica. A principios del pasado mes de julio, dentro de los dispositivos de servicios para prevención de acciones delictivas en la carretera A-66 a su paso por el municipio pacense de Almendralejo, agentes de la Patrulla Fiscal y Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz observaron como el conductor de una furgoneta, al percatarse de la presencia policial, salió marcha atrás de la vía e intentó ocultarla en las inmediaciones, para posteriormente abandonándola y marchándose del lugar, no pudiendo ser localizado por los agentes.
En la inspección del vehículo, los agentes hallaron en los bajos de los asientos y maletero bolsas y sacos que contenían un total de 270 kilogramos de hachís. Droga de las que se obtendrían un total de 1.080.000 dosis en el mercado ilícito. Inicialmente con la gestión de identificación de la furgoneta, se pudo averiguar que el vehículo fue alquilado en la capital hispalense por un vecino de Vizcaya.
Se trata de una ardua investigación desarrollada durante un mes y medio con la que las que la Guardia Civil obtuvieron pruebas incriminatorias para implicar en la acción delictiva, como responsable del narcotransporte, a la persona que alquiló el vehículo. Persona que este pasado lunes 16 de agosto, se le pudo localizó en Vizcaya, municipio de residencia, instruyéndole en dependencias oficiales de la Guardia Civil diligencias como presunto autor de un delito contra la salud pública y puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Almendralejo.
Actuación, con la que se impidió que las sustancias estupefacientes intervenidas, procedente del sur de la península, fueran transportadas al norte de la península para su distribución y venta.