El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha acordado este miércoles solicitar al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) rebajar la alerta sanitaria del nivel dos al uno en toda la Comunidad Autónoma dado a que la transmisión comunitaria del virus está controlada y la incidencia se sitúa por debajo de la media nacional. Así lo ha manifestado el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, en su habitual comparecencia de prensa en Mérida.
La declaración del nivel de alerta uno supone una mayor flexibilización de las restricciones de tal manera que las reuniones sociales pueden ser de hasta diez personas (en lugar de seis como hasta ahora). En la restauración, hostelería, ocio nocturno y locales de juego el horario de cierre se mantendrá a las tres de la madrugada y el aforo permitido será hasta el 50% en interiores y el 100% en exterior; las mesas dentro de los locales podrán acoger hasta seis personas (si no son convivientes) y diez personas en exteriores (en caso de no ser convivientes). El consumo en barra sigue sin estar permitido.
Los aforos de los velatorios, ceremonias, centros de ocio infantil, gimnasios y centros deportivos se permiten hasta el 75%, lo mismo que para los congresos, academias, autoescuelas, locales comerciales y mercadillos. Además los hoteles, albergues turísticos y otros establecimientos de este tipo podrán ser ocupados por hasta 20 personas. Los cines, carpas, auditorios y circos también podrán llegar al 75% de aforo. Los actos multitudinarios que vayan a congregar a mil o más personas deberán solicitar autorización a la Dirección General de Salud Pública, y los que no vayan a superar esa cifra deben contar con un plan de contingencia.
En cuanto a los temas tratados en el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, Vergeles ha aseverado que Extremadura ha vuelto a “reclamar una nueva versión del semáforo covid adaptada a la situación epidemiológica de la región y de España” y se ha mostrado partidario de que se otorgue más importancia a la gravedad de los casos que a la incidencia del virus, al tiempo que ha reclamado que se adopten “medidas entendibles por la población” como el uso de la mascarilla, la ventilación, lavado de manos, distancia de seguridad, y proteger a los más vulnerables, entre otras.
Además el pleno ha aceptado la propuesta para que un grupo formado por cuatro expertos realice “una auditoria” de la gestión de la pandemia, “no para realizar una evaluación punitiva de lo que se ha hecho” sino para reflexionar y conocer qué medidas han sido más y menos eficaces, sacar conclusiones y generar conocimiento por si se diera otra pandemia.
