El proyecto de transformación en regadío en Tierra de Barros afronta sus últimos pasos para proceder a su licitación, prevista para el próximo 2022. Así lo ha indicado el secretario general de Población y Desarrollo Rural, Manuel Mejías, añadiendo que ya está realizado todo el trabajo técnico, de modo que estaría “listo para ejecutarse” al contar con las autorizaciones técnicas y administrativas necesarias, esto es, declaración de impacto ambiental, concesión de aguas y proyecto de obras. Es por ello que restaría la firma del convenio entre la Administración regional y la Comunidad de Regantes, así como culminar el proceso de expropiaciones.
Respecto a esto último, tras el comunicado de la Comunidad de Labradores reclamando “certeza”, Mejías no ha querido entrar a valorar la nota, aunque ha manifestado que “las certezas se dan en el Diario Oficial de Extremadura”. Ha añadido que no se puede realizar un proyecto de este tipo sin expropiaciones, afirmando que se dará la certeza solicitada siguiendo las normativas, por lo que ha solicitado tranquilidad a los afectados. Además, el secretario general ha indicado que “se ha recorrido un camino muy largo en los últimos seis años, recibiendo críticas pero ninguna alternativa a los trabajos de la Consejería y la Comunidad de Regantes”. Además, ha afirmado que “las tuberías deben pasar por algún lado, salvo que haya algún proyecto que contemple que no lleve tuberías, como ocurría en el anteproyecto que se presentó en 2015 a los agricultores de Tierra de Barros”. Así, ha concluido que los expropiados “recibirán el precio justo”.
Por otra parte, Mejías ha afirmado que se han cumplido los plazos y cuentan con una hoja de ruta para que en 2023 se inicien las obras, aunque es consciente de que “siempre pueden surgir obstáculos”. Respecto a la financiación, la Junta aportará lo acordado, aunque no descartan ninguna otra vía posible, anunciando que “en los próximos días o semanas habrá noticias”. A ello se sumarían las cláusulas financieras incluidas en el convenio con la comunidad.
RESPUESTA A UNIDAS POR EXTREMADURA
Además, también ha respondido a las declaraciones de la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, en las que manifestaba su posición contraria al regadío basándose en las restricciones de agua. En este sentido, ha indicado que los 36 hectómetros cúbicos que se tomarán del embalse de Alange significan entre el tres y cuatro por ciento de la capacidad total del embalse, por lo que “debe situarse la cifra en la realidad antes de hacer declaraciones”, manifestaba.
Todas estas cuestiones han sido explicadas antes de la celebración de la asamblea general de la Comunidad de Regantes, donde su presidente, Isidro Hurtado, se ha mostrado satisfecho con los trabajos realizados, añadiendo que confía en que “se va a solucionar todo correctamente”, respecto a los afectados por las expropiaciones, sosteniendo que “hay que compensar justamente y en su medida”.