Kike Márquez se ha despedido del Extremadura UD tras cuatro años y medio en el club. Se marcha rumbo al Albacete y lo hace agradecido a la afición, amigos, familia, el cuerpo técnico y también al presidente, Manuel Franganillo, del que ha manifestado que le ayudó a cumplir su sueño de jugar en Segunda A. Así lo ha indicado en una rueda de prensa en el Francisco de la Hera en la que se ha emocionado en su comparecencia ante los medios.
El excapitán azulgrana ha indicado que se puso como “meta” las navidades, afirmando que ha sufrido mucho y ha llegado el momento de mirar por su futuro. A pesar de haber manifestado en diversas ocasiones que confiaba en el trabajo del presidente para la supervivencia de la entidad, Márquez ha matizado que considera que “no solo depende de él”, añadiendo que desconoce qué ocurrirá con el club. No obstante, ha explicado a la prensa que “llega un momento en el que no crees y te hace pensar muchas cosas”, pidiendo disculpas incluso a sus compañeros “si alguna vez se han sentido mal por mis actuaciones”.
El jugador ha valorado el trabajo del vestuario, del que ha asegurado que “ha dado todo para que el Extremadura sobreviva, pero las personas también tienen que buscar su felicidad”. Aunque el contrato con la ‘carta de libertad’ tranquilizó a la plantilla hasta Navidad, “a partir de ahí cada uno tiene libertad para decidir”. Márquez, que ha recordado algunos de los grandes momentos vividos con el club, se marcha al Albacete tras una propuesta que le ha transmitido “seriedad”, añadiendo que “a cualquier jugador le gustaría vestir esa camiseta”. Además, tras los dos entrenamientos de esta semana, el exazulgrana ha manifestado que se ha vivido una situación “extraña” debido al importante número de ausencias.
El Extremadura también ha confirmado la salida de Víctor Pastrana. Además, Rubén Mesa también se ha despedido de la entidad.
