La delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, mantuvo hoy un encuentro con los responsables de la organización agraria UPA para abordar el escenario planteado por la ausencia de lluvias en el campo. Durante la misma, García Seco ha asegurado que el Gobierno es “muy consciente” de la situación y trabaja ya en posibles medidas para paliar los efectos que la ausencia prolongada de lluvia conllevaría para los agricultores y ganaderos extremeños.
Asimismo, la delegada, que estuvo acompañada durante el encuentro por el subdelegado, Francisco Mendoza, advirtió sobre la importancia de plantear en estos momentos medidas que en un futuro permitan evitar situaciones extremas y que pasan por la reorganización y modernización de los regadíos para la eficiencia en el uso del agua.
En este sentido, hizo un llamamiento sobre la oportunidad que la llegada de los Fondos Europeos suponen para el sector, así como las inversiones en regadío que gestiona la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) o las ayudas y actuaciones contempladas en materia de transición energética, digitalización y sostenibilidad de la agricultura.
La delegada explicó que la situación de la Cuenca de Guadiana es en la actualidad de sequía, que es prolongada y puede llevar a su declaración como situación extraordinaria y por ello “es muy necesario que tomemos las medidas oportunas para reducir el consumo y a la vez atender a las necesidades de los agricultores”.
Los embalses tienen una disponibilidad aproximada para riego del 50 por ciento de un año normal, aunque falta la primavera, “pero esta situación ya nos pone lo suficientemente alerta para estudiar medidas que eviten que la campaña de riego sea lo menos dañosa posible, dentro de que hay que considerar la situación como grave”, declaró.
García Seco manifestó su compromiso de trasladar al Gobierno la inquietud y premura de los agricultores extremeños ante la situación planteada. “Cuando hay escasez hay que aportar recursos para que la gente no lo pase mal y también aprovechar las crisis para oportunidades de cambios que, en este caso, pasarían por la modernización y mejora de las infraestructuras y la eficiencia y ahorro de agua”.
