Tras la confirmación ayer de la liquidación del Extremadura por parte de Manuel Franganillo, el alcalde de la ciudad, José María Ramírez, ha lamentado los hechos, añadiendo que “es una desgracia para Almendralejo”. Preguntado por la situación, el primer edil ha explicado que hasta tres grupos se han interesado por iniciar nuevos proyectos futbolísticos en la capital de Tierra de Barros, de los que ha recibido llamadas. No obstante, “por elegancia” no consideraba que fuera el momento, aunque sí ha dejado claro su deseo para que gente de Almendralejo retome un proyecto de fútbol “y tuviera muy presente la cantera”. Tanto es así que se están realizando gestiones con la Federación Extremeña de Fútbol y la Dirección General de Deportes para que esta no se pierda.
Respecto a la desaparición del club azulgrana, el alcalde ha manifestado que “se ha consumado la tragedia”, añadiendo que en ciertos momentos tuvo esperanzas de que no ocurriera así, en alusión a las conversaciones mantenidas con el grupo de empresarios sevillano. No obstante, llegados a esta situación considera que “es una calamidad” la liquidación de la entidad “por lo que implica de empleos directos e indirectos y por la afición”. También se ha referido al presidente, Manuel Franganillo, con el que mantuvo ayer una conversación y del que ha destacado que “ha intentado lo imposible hasta los últimos momentos” por lograr salvar la entidad. El regidor sostiene que “con los errores que haya cometido de comunicación, hay que reconocer que es él quien se ha jugado su dinero”, iniciando un proyecto que ha llegado al fútbol profesional.
Respecto a las instalaciones del estadio Francisco de la Hera y la ciudad deportiva, propiedad del ayuntamiento, ha indicado que “si el club desaparece, el convenio ya no tiene validez”. Se refería al acuerdo de cesión con la entidad, a la vez que ha destacado las mejoras e inversiones que el club azulgrana ha realizado en ambos sitios. Así, considera que es beneficioso mantener el terreno de juego en condiciones óptimas en vistas al coste que podría suponer recuperarlo en el futuro.