Un total de 108 muestras de vino de 22 bodegas participan en la XXIII edición de los premios Espiga, todos ellos acogidos a la DO Ribera del Guadiana. El pasado 31 de marzo tuvo lugar una precata, de modo que hoy mismo se está celebrando la cata final en las instalaciones del hotel Acosta Centro, donde se valoran un total de 46 caldos. El director técnico del concurso, Emiliano Zamora, ha destacado “el alto nivel” de todos ellos, a la vez que ha alabado el plantel de “prestigiosos catadores” que participan en el certamen.
Además, ha realizado una valoración de la evolución de los vinos en Extremadura, explicando que a ello han contribuido en los últimos 20 años las inversiones europeas en la comunidad autónoma, lo que “casi ha obtenido un equilibrio entre blancos y tintos”, además de la evolución tecnológica. Es por ello que considera que “hay muchos vinos en Extremadura que pueden competir entre los mejores del mundo, pero falta el impulso de la comercialización”.
El presidente de la Unión Española de Catadores, Fernando Gurucharri, ha formado parte también de los expertos encargados de seleccionar los ganadores de este certamen patrocinado por Caja Rural de Extremadura. En declaraciones a los medios, ha señalado que “es un concurso importante porque resalta la calidad de los vinos de Ribera del Guadiana”, ya que “son ricos y expresivos, además de sabrosos para disfrutar”. También ha destacado el papel de la D.O., ya que “ha sido muy importante para poner orden y vigilar la mejora de la calidad, con gran apuesta por la industria y la profesionalización”.
