La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL) denuncia la proliferación de robos en instalaciones agrarias, y exige a la Delegación del Gobierno y al Ayuntamiento la dotación de más recursos humanos, para que puedan intensificar el control y la vigilancia de las fincas. Advierten, en este sentido que, si no se intensifica la vigilancia con más efectivos de la Guardia Civil y de la Guardería Rural, “se incrementará este tipo de delitos con la puesta en marcha de los pozos de riego en las próximas semanas, de los que sustraerán grupos electrógenos, bombeos y gasóleo, entre otros materiales”, según indican en nota de prensa.
El colectivo añade que “la escandalosa subida de los precios de los combustibles, unida a la de la chatarra harán que estos delitos se incrementen notablemente si no se toman medidas urgentes por parte de las administraciones”. La Comunidad de Labradores afirma haber constatado, a través de algunos de sus socios, que “en los últimos meses estos robos han proliferado, como se puede observar en fotos aportadas por los afectados, donde los ladrones, utilizando el sistema del butrón, se hacen con todo tipo de material que consideran de valor para su posterior utilización o venta en el mercado negro”.
Además, añaden que “el mal estado de la red de caminos y pistas agrarias de Tierra de Barros hace que los delincuentes actúen cada vez más cerca de los núcleos urbanos, y que lo hagan con total impunidad ante la falta de control y vigilancia reinante, por parte de quienes tienen esa competencia y responsabilidad, que en este caso recae en el Ayuntamiento de Almendralejo, para que disponga mayores dotaciones de guardas rurales; y de la Delegación del Gobierno en Extremadura, para que incremente el número de efectivos de la Guardia Civil que patrullen los campos”. Reclaman, además, que esa vigilancia se extienda al propio casco urbano, donde sostienen que también se están produciendo muchos robos en naves agrícolas, para que agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional puedan patrullar, sobre todo de noche, para evitar estas situaciones.
La CLYGAL se pregunta a qué se destina parte del Impuesto de Bienes Inmuebles Rústico y las cuotas que anualmente se pagan a la Guardería Rural “si después nos encontramos con que los delincuentes campan a sus anchas, tanto por las fincas más aisladas como por las más próximas a las poblaciones, e incluso por el propio casco urbano”. La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo exige “un mayor compromiso de las administraciones porque -concluye- después de los miles de kilos de aceituna que robaron en la pasada campaña, resulta intolerable que no se hayan extremado las medidas de control y vigilancia en el campo y en la ciudad, y que los robos continúen siendo habituales”, concluye la nota.