La Unión Extremadura ha manifestado en nota de prensa que los viticultores extremeños van a perder 124 millones de euros si se acepta la propuesta de los bodegueros “que imponen precios muy por debajo de los costes de producción de la uva”. El colectivo sostiene que las bodegas extremeñas se han puesto de acuerdo para pagar esta campaña la uva, tanto la tinta como la blanca, a 0,1442 euros el kilogramo de uva. Teniendo en cuenta que el producir un kilo de uva cuesta de media esta campaña en Extremadura la cantidad de 0,40, se llega a la conclusión de que los viticultores extremeños van a perder esta campaña 0,26 euros por cada kilo de uva producida, según La Unión.
La organización agraria achaca esta situación a los altos costes de producción, la reducción de las ventas de vinos a granel agravada por la guerra de Ucrania y el acuerdo entre compradores para pagar en una campaña con escasa producción precios muy por debajo de los costes de producción. Añaden que las dos administraciones implicadas en esta situación “no están haciendo absolutamente nada para evitarlo”, afirmando que el Ministerio de Agricultura aprobó la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria, pero que la misma no se encuentra en vigor en cuanto al establecimiento de los costes de producción para que no se pueda contratar uva por debajo de los mismos. Por otro lado indican que la Junta de Extremadura que no ha hecho públicos los costes de producción elaborados por el observatorio de precios.
En este sentido, califican los precios impuestos por los industriales como ruinosos, “eniendo en cuenta que esta campaña se prevé una reducción de entre el 25 y el 30 por ciento de la cosecha debido a la falta de precipitaciones, circunstancia que debería haber traído consigo un aumento del precio del producto”. La Unión Extremadura prevé unas pérdidas de alrededor de los 124 millones de euros en este sector “ocasionado por los industriales con la complicidad de las administraciones”.
Por otro lado, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha realizado unas declaraciones en las que aboga por disminuir la superficie de regadío y recortar las concesiones de explotación hídrica, según el colectivo, que añade que, en cambio la Junta de Extremadura “sigue fomentando la transformación en regadíos de varias comarcas extremeñas”. Así las cosas, indica el comunicado que “esta campaña se van a quedar sin regar más de 40.000 hectáreas en Extremadura y los pantanos más importantes de la cuenca del Guadiana (Cíjara y La Serena) se encuentran en estos momentos por debajo del 20 por ciento de su capacidad y todas las previsiones climatológicas informan de un descenso de las precipitaciones en las próximas campañas”.