La Unión Extremadura ha manifestado en un comunicado que “el proyecto de regadío de Tierra de Barros lleva camino de convertirse en el mismo culebrón que el AVE de Extremadura”, añadiendo que “la idea de poner 15.000 hectáreas de riegos de apoyo en esta comarca es el sueño de miles de agricultores que ven como cada año sufren pérdidas muy importantes por la sequía que cada campaña afecta más a las producciones de uva para vinificación y de aceituna”.
Sostiene la organización que “la primera medida, cuanto menos extraña, es que se pretende implantar una zona de riego sin concentración parcelaria previa, este hecho, condiciona de manera muy desfavorable la implantación del proyecto”. La segunda cuestión “a tener en cuenta es la presa de abastecimiento del agua para riego, pues aunque efectivamente la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha aprobado una concesión de 43,4 hm3 de agua para riego, lo cierto es que si el regadío de Tierra de Barros hubiese estado implantado, ni en el año 2022, ni en el 2023 y lo más probable tampoco en esta campaña se habría podido regar ya que la presa de Alange, que es el principal abastecimiento de agua para estos riegos, apenas tiene agua para suministrar el abastecimiento de agua para consumo en Mérida”.
Así, ante las últimas informaciones surgidas con las declaraciones del consejero de Gestión Fortestal, la Unión ha solicitado a la Junta de Extremadura “la exhibición de la totalidad de documentos de este proyecto, para poder informar a los agricultores de su viabilidad y desarrollo e informar de las posibles irresponsabilidades hechas por la Administración”. Aclaran que una vez tengan toda la documentación “exigiremos responsabilidades políticas e incluso penales en el caso de que las hubiera”.
