REDACCIÓN // El exconcejal socialista Fernando Bote ha remitido una nota de prensa afirmando que abandona la militancia en el PSOE. En el comunicado afirma que "el pasado mes de Diciembre se llevó a cabo un proceso de asamblea para la elección de una nueva dirección local en el PSOE de Almendralejo", añadiendo que "como militante de dicho partido tuve la oportunidad de presentar un proyecto de cambio en nuestra organización", lo que califica como "un proyecto pensando en nuestro partido y sobre todo en los miles de ciudadanos de Almendralejo, que hace años nos dejaron de mirar como una opción política que pueda resolver sus problemas y defender el interés general de la Ciudad de Almendralejo". Sostiene que "dicho proceso levantó bastante interés y expectativas entre nuestros simpatizantes y votantes. Están esperando un cambio y así me lo manifestaron muchos de ellos, pero es evidente que la percepción interna de la militancia no fue la misma y prefirió la continuidad al cambio". En la nota afirma que "en mi opinión, el problema también estuvo en que hubo más afiliados, que no militantes, interesados en ir a votar en cinco minutos que en escuchar las ideas y programas allí propuestos durante más de dos horas. Poco que objetar, allá cada cual con su conciencia, si no fuera porque detrás de esas conductas y buscando una explicación a las mismas, encontré unos motivos poco edificantes para lo que a mi juicio debe ser una organización política. Hoy, en la agrupación local del PSOE de Almendralejo, existen importantísimos grupos de personas con vínculos familiares y de amistades personales que a mi juicio perturba, degrada, desfigura y condiciona, tanto el debate de ideas, así como los resultados en cualquier proceso de elección de cargos, sean orgánicos o institucionales.
El PSOE de Almendralejo lo componen 198 militantes con derecho a voto, de los cuales más de 100 tienen esos vínculos entre sí y la gran mayoría de ellos ligados a los miembros que componen la nueva dirección del partido que fue elegida, es por tanto fácil de deducir que el “partido” estaba ganado de antemano. La propia Secretaria General, seguramente de una manera inconsciente, manifestó días antes de dicho proceso en una radio local, que únicamente se presentaría a la reelección si tenía la garantía plena de ganar. En los últimos años se ha convertido a la agrupación local de Almendralejo en una asociación, que no un partido político, sustentada en una red clientelar de intereses familiares y amistades afines, totalmente ajenas a lo que a mi juicio debe ser una organización política.
No concibo una organización política como una mera asociación de familiares y amigos afiliados por motivaciones ajenas a la defensa de una causa política. En nuestro caso por la búsqueda de la igualdad, la justicia, la fraternidad y la solidaridad para crear una sociedad más justa y trabajar en pro del bienestar de los ciudadanos. Todo esto podría cambiar de cara al proceso de primarias para la elección del candidato a la alcaldía de Almendralejo, si se cumpliera con las resoluciones del último Congreso Federal. En el mismo se aprobó que: “los procesos de designación de candidatos y candidatas para concurrir a las distintas elecciones para las instituciones a todos los niveles, participarán tanto la militancia como los simpatizantes”. Esto comportaría que se haría participe de una decisión tan importante a nuestros votantes y simpatizantes y se diluiría sustancialmente el peso del voto de las “familias” en el proceso, eligiendo un líder social y no solo de partido. Pero se ha establecido hacerlo una vez más, solo con el voto de los militantes.
Un proceso de primarias que se ha acordado celebrar en Extremadura durante los meses de Mayo/Junio y que sorprendentemente y sin informar a la militancia de Almendralejo, se ha decidido aplazar la convocatoria en esta agrupación local con el peregrino argumento de que, no se quiere distraer la atención de lo que le pueda pasar al PP de Almendralejo en el procedimiento judicial que tiene abierto en el caso Púnica.
Poca confianza debe de tener una organización política en sí misma y en la elección de su candidato/a a la alcaldía de Almendralejo, cuando sus decisiones las condicionan y confía a que a su adversario político pueda acabar imputado o condenado por la justicia.
Esta situación no es ajena al conocimiento de la más alta dirección del PSOE a nivel regional, ya que hace más de cuatro meses la puse por escrito en conocimiento del Secretario General. No debe haber mucha preocupación por la misma, ya que hasta el día de la fecha nadie se ha mostrado interesado por el asunto.
Llevo 39 años militando en el PSOE. Me siguen moviendo los mismos principios y valores socialistas que me llevaron a afiliarme a este partido y a militar con total compromiso político un 1 de mayo de 1979.
Toda militancia política comporta una cierta pérdida de libertad que uno puede llegar a asumir libremente en aras al proyecto común, pero las siglas nunca pueden ser el objetivo. Por muy acreditadas que estén, por mucha tradición que tengan y por mucho que las queramos, no dejan de ser un instrumento. Nunca puedes poner el instrumento por encima de los objetivos.
Quiero seguir siendo honesto conmigo mismo y creo que hoy ya no se dan las condiciones para poder ejercer mi militancia con el entusiasmo y el compromiso político que siempre me ha movido en la organización.
Por estos motivos, dejo la militancia política en el PSOE, pero no renuncio por ello a mis ideales y convicciones más profundas que jamás voy a dejar de defender. Como diría Eduardo Galeano, “No vale la pena vivir para ganar, vale la pena vivir para seguir tu conciencia”.
Dejo por tanto el instrumento, no la política. La política es consustancial al Ciudadano. Lo hago eso sí, con cierta nostalgia y tristeza, pero con agradecimiento para todos aquellos compañeros y compañeras que durante todo este tiempo, en algún momento, depositaron su confianza en mí para representar al PSOE en el Ayuntamiento de Almendralejo y darme la oportunidad de trabajar junto a mis compañeros/as por una Ciudad a la que amo. Fue un reto apasionante.
Almendralejo necesita con urgencia un cambio político, ese es el objetivo. Se necesita un proyecto que contemple soluciones a los retos y problemas a los que se enfrenta nuestra Ciudad. En especial una economía local en declive, una deuda municipal desbocada, un urbanismo huérfano aun de proyecto, un claro deterioro de los servicios públicos, unos servicios sociales sin apenas recursos económicos. Y también un gobierno basado en el respeto al adversario y una ética moral y política sustentada en la honestidad, la honradez y la humildad.
Se puede ayudar a ese cambio de muchas maneras y siempre se podrá encontrar el camino que lo posibilite si se tiene voluntad y convicción. Bajo esas premisas y objetivos, no dejaré de aportar mi granito de arena", concluye la nota.