El Extremadura regresará al terreno de juego este domingo para disputar el derbi ante el Mérida, un encuentro que se celebrará en el Estadio Romano y al que los azulgranas llegan “fuertes mentalmente”. Así lo ha manifestado esta mañana su entrenador, Manuel Mosquera, afirmando que apostarán por “la serenidad técnica”. El míster ha querido dejar a un lado lo acontecido esta semana en relación al club, añadiendo que tienen que ayudarse “entre todos”.
Centrándose en el derbi, el gallego ha indicado que se medirán a un equipo que es segundo en la clasificatoria “por méritos propios”, en lo que ha calificado como un “partido bonito” que permitirá vivir “la fiesta del fútbol extremeño”. Para ello contará con casi toda la plantilla disponible, a excepción de Tala, que padece un esguince. También ha afirmado sobre Jilmar que estará en el banquillo porque “le falta un peso físico específico”, por lo que ha abogado por “ir con calma ante la importante lesión que sufrió”. Pese a todo, ha señalado que su equipo “llega fuerte”, a lo que se sumará el apoyo de los 400 aficionados que acompañarán al Extremadura en Mérida, a los que ha agradecido su apoyo.