“El ladrillo cuenta historias, la pintura las reinventa”. Ese es el lema empleado por Antonio Gil García, apodado ‘Cariñoso’ en la exposición que se ha inaugurado hoy bajo el título ‘De la construcción al arte”. Se trata de un artista autodidacta cuyas pinturas son fruto de una afición que viene desde muy pequeño. Albañil de profesión, ha sabido llevar muchas de sus creaciones a la pintura para las que emplea la espátula. Hasta el próximo 30 de abril se podrá ver su colección en la sala de exposiciones del Museo de las Ciencias del Vino, donde los visitantes tendrán la oportunidad de contemplar distintos paisajes, retratos de mujer e incluso una hormigonera, entre otras muchas cosas, además de algunas creaciones realizadas a bolígrafo.